Es tan confuso lo que el mercado nos presenta para San Valentín que puede suceder que quienes de todo corazón desean celebrarlo, se enreden en cosas superficiales y vanas en lugar de celebrar lo que realmente este día significa.
Según dice una tradición, san Valentín arriesgaba su vida para casar cristianamente a las parejas durante el tiempo de persecución y esas mismas parejas se exponían a ser apresados y condenados a muerte. Ese sería el punto de partida: aunque es una celebración sobre el amor, la amistad y los buenos deseos (más o menos la misma idea superficial que nos presentan para Navidad), esta celebración es por el amor de pareja, pero no cualquier amor de pareja, pues celebramos a un santo que intercede por el amor de las parejas que se toman sus relaciones en serio (a tal punto de poner sus vidas en peligro por llevar ese amor adelante).
Por ello, nos aunamos a esta celebración de estos dos grandes dones con un programa especial por este día.